P. Darío Perera: “¡Que la santidad de Ceferino nos enseñe hoy a nosotros a también ser santos!”

En el día de la fiesta del beato Ceferino Namuncurá, el Padre Inspector de Argentina Sur, Inspectoría Beato Ceferino Namuncurá, Darío Perera, invita a contemplar del joven mapuche su “corazón agradecido”, sus “preocupaciones por los últimos” y su experiencia de inculturación, “en medio de la tragedia y el desastre que vivía su pueblo”.

En el marco de la celebración por los 150 años de la primera expedición misionera salesiana, en 2025, el Padre Inspector considera que Ceferino “es uno de los primeros frutos de aquella tarea misionera, de aquel sueño de Don Bosco”. Y enumera tres cosas que le impresionaron de la vida de Ceferino.

“El primero de estos elementos es su gran capacidad de gratitud. Ceferino siempre está dispuesto a dar gracias a Dios y a los salesianos por todo lo que recibe, que lo recibe con un corazón muy agradecido”. Y agrega: “Ceferino tuvo una gran capacidad de percibir lo gratuito y de saberlo agradecer”.

“Lo segundo que me ha impresionado siempre de Ceferino —describe— es la preocupación por la gente de su pueblo. Ceferino era muy consciente de la tragedia que vivía el pueblo mapuche y todo lo que hizo, incluso su preocupación por ser salesiano, era para estar cerca, para ayudar a su gente. Creo que podemos aprender de Ceferino esa sensibilidad por las víctimas, por los que están sufriendo tragedias a nuestro alrededor”.

Finalmente, el tercer elemento que menciona el P. Darío es su experiencia de interculturalidad. “En Ceferino se da el encuentro entre dos culturas: la cultura de su pueblo y la cultura de occidente que, entre otras cosas, traía el Evangelio. Creo que Ceferino pudo hacer ese discernimiento y pudo hacer una síntesis entre su experiencia cultural y la experiencia cultural con la que se encontraba a través de los misioneros.” Y explica: “La síntesis que hace Ceferino la podemos notar en la experiencia que hace de Dios. Sus raíces de la experiencia de Dios están en el pueblo mapuche”.

Resignificando este tercer elemento para la vida de los creyentes, el Padre Inspector resalta que “esta experiencia intercultural que hace Ceferino también nos puede enseñar a nosotros, que vivimos en una cultura que es plural, que es cambiante y que constantemente se renueva. Creemos que, como educadores, tenemos que aprender a hacer este diálogo, y aprender de las culturas nuevas y poder anunciar a Jesucristo en estas culturas nuevas”.

“¡Que la santidad de Ceferino nos enseñe hoy a nosotros a también ser santos!”, desea el P. Darío.

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