Artémides Zatti

Artémides Zatti nació en Boretto (Regio Emilia, Italia) el 12 de octubre de 1880. Su familia, empujada por la pobreza, emigró a Argentina.

En 1897 la familia Zatti-Vecchi llega a Bahía Blanca, donde el tío Luis les prepara un hogar y la posibilidad de trabajo. Durante los fines de semana se acercaban a la parroquia Nuestra Señora de la Merced, atendida por los salesianos. Allí, Artémides pudo profundizar su fe en Jesús y conocer a Don Bosco. Con ese testimonio decidió ser salesiano.

A los 20 años ingresa como aspirante en la casa de formación de los salesianos, en Bernal, donde le confían el cuidado de un joven sacerdote tuberculoso. Artémides contrajo también la enfermedad.

Para sanar de la enfermedad, en 1902, Artémides fue enviado al hospital de San José, en Viedma. Aquí fue particularmente seguido por el sacerdote y médico empírico Evaristo Garrone. Junto con él, pide y obtiene de María Auxiliadora la gracia de la curación con la promesa de dedicar toda su vida al cuidado de los enfermos. En 1908, habiendo recuperado la salud, es admitido a ingresar en la congregación salesiana como hermano coadjutor.

Comienza a ocuparse de la farmacia anexa al hospital. Tras la muerte del Padre Garrone, quedó a cargo del hospital, que llegó a ser el campo de su santidad.

Tuvo una entrega absoluta a los enfermos: “A las 4.30, levantarse. Meditación y Santa Misa. Visita a todos los pabellones. Después, en bicicleta, visita a los enfermos esparcidos por la ciudad. Después de la comida, entusiasta partida de bolos con los convalecientes. Desde las 14 a las 18, nueva visita a los enfermos internos y externos del hospital. Hasta las 20 trabajaba en la farmacia. Otra visita a los pabellones. Hasta las 23, estudio y lecturas ascéticas. Luego, descanso en permanente disponibilidad a cualquier llamada”.

En 1913 fue animador de la construcción del nuevo hospital que, a pesar suyo, fue derribado para dar lugar a la sede episcopal de la naciente diócesis de Viedma. En 1950 se cae de una escalera y es obligado al reposo. Después de unos meses se manifestaron los síntomas de un cáncer. Murió el 15 de marzo de 1951.

Sus restos reposan en la parroquia salesiana de Viedma. Se lo recuerda como “el enfermero santo de la Patagonia”. Su memoria se celebra el 15 de marzo.

El 14 de abril de 2002, Artémides Zatti es beatificado por el Papa Juan Pablo II. Dos décadas más tarde, el 9 de octubre de 2022 fue canonizado por el Papa Francisco. 

Más que nunca, necesitamos del testimonio de quienes entienden que la fe se juega en el servicio y el compromiso. ¡No hay otro camino! Y en Artémides Zatti, el Buen Samaritano, encontró rostro, manos y pasión, sobre todo para los pequeños, los pobres, los últimos.

 

*Semblanza inspirada en el libro “Artémides Zatti. A Dios hay que darle lo mejor” del P. Néstor Zubeldía.

Más información sobre Artémides Zatti en www.zatti.org

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