El 12 de marzo de 2019, durante el Congreso Peculiar de Consultores Teológicos celebrado en la Congregación para las Causas de los Santos, se dio una opinión plenamente positiva sobre el ejercicio heroico de las virtudes, la fama de santidad y de signos del Siervo de Dios Augusto Bertazzoni, Arzobispo de Potenza, nacido en Pegognana (Mantua) el 10 de enero de 1876 y muerto en Potenza el 30 de agosto de 1972. El Siervo de Dios asistió al oratorio salesiano de Turín y se encontró allí con Don Bosco, con una gran influencia en su formación.
La Positio fue presentada el 27 de septiembre de 2013 por el P. Pierluigi Cameroni, SDB, Postulador en Roma, y tuvo como relatores en un primer momento al P. Daniel Ols, OP. y posteriormente al P. Zdzisław Kijas, OFM Conv., y como colaborador a Mons. Gerardo Messina, antiguo Vice-postulador, asistido por la Dra. Lodovica Maria Zanet, colaboradora de la Postulación Salesiana.
Es bueno recordar que este pasaje fundamental de la Causa tuvo lugar el 12 de marzo, día de la muerte de San Luis Orión, que con el joven Augusto Bertazzoni fue alumno del oratorio de Valdocco en Turín. Ambos estaban entre los muchachos que en 1887 ofrecieron su vida por la salvación de Don Bosco, mientras que por su parte el Santo de los jóvenes había profetizado que el joven Augusto se convertiría en obispo.
Bertazzoni fue un buen pastor y padre de los pobres, un verdadero hombre de Dios, un hombre de fe y de oración, un incansable predicador de la Palabra de Dios, atento a las necesidades espirituales de los fieles y también de los no creyentes, por los que se entregó hasta el final, ofreciendo a Dios, por el bien de la Iglesia a la que había conducido como obispo, y por todos los sufrimientos que llevaron a su muerte.
Fue padre de las víctimas de la guerra y de los judíos confinados en Basilicata, educador de jóvenes con visión de futuro, y se entregó para que los sacerdotes de su diócesis, junto con los numerosos religiosos y religiosas que acudieron a él, se dedicaran a la formación de los jóvenes, tanto en la escuela como en la acción católica; recomendó a todos ellos que tuvieran un “espíritu de paternidad” para las nuevas generaciones.
Posteriormente a este paso, el siguiente tendrá lugar en la Sesión Ordinaria de Cardenales y Obispos. Posteriormente el Sumo Pontífice autorizará la promulgación del decreto de Venerabilidad.
Fuente: infoans.org
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